Arellano Hernández nos comparte en estos versos una bella y personal contemplación de la Pasión. Contemplación de alguien con corazón de poeta en fecundo diálogo con otros trovadores de las letras hispanas; contemplación de un hijo de san Ignacio, de quien mil veces ha entrado en las escenas evangélicas «como si presente me hallase».
Descripción
Arellano Hernández nos comparte en estos versos una bella y personal contemplación de la Pasión. Contemplación de alguien con corazón de poeta en fecundo diálogo con otros trovadores de las letras hispanas. Es la contemplación de un hijo de san Ignacio, de quien mil veces ha entrado en las escenas evangélicas «como si presente me hallase».
Contemplación de un Adorador Nocturno que, de rodillas ante la Eucaristía, actualiza y revive los misterios de la vida de Cristo. Pero, sobre todo, contemplación de un devoto del Corazón de Cristo que ve en la Pascua del Señor la gran obra del Amor victimado y ofrecido por nosotros. Una delicia literaria y devocional que nos introduce por los caminos de la Belleza en la búsqueda de Dios.
Sobre el autor:
Santiago Arellano Hernández (Pamplona, 1944) descubrió su amor por la Lengua y la Literatura en el colegio de la Milagrosa de los Padres Paúles de Pamplona. Continuó su formación en la Universidad Central de Barcelona.
Comenzó su labor como docente en el Colegio Sagrada Familia de La Molina (Gerona). Tras sacar plaza como catedrático de Lengua y Literatura española en institutos de enseñanzas medias, trabajó en los de Pamplona Pable Moret y Navarro Villoslada. También ha sido Jefe de Estudios, Director, Inspector extraordinario y Director General de Educación del Gobierno de Navarra durante doce años y Director del Ince durante un año en Madrid.
Sin embargo, lo que siempre ha prevalecido en él ha sido su vocación de profesor. El hecho de «ir a clase» nunca le pareció un trabajo, sino un gozo.
Información adicional
Autor | |
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ISBN: | 978-84-18467-46-2 |
Páginas: | 148 |
Medidas | 120 x 190 |
Precio | 14 € |